Oso Panda (Ailuropoda melanoleuca)

El oso panda puede ser considerado como uno de los animales más conocidos del mundo. Presta su imagen al logotipo de WWF (World Wide Fund for Nature) y su categoría de especie en peligro de extinción es un ejemplo común de animal a proteger.
En este caso, voy a hablar de algunas de sus características, que lo hacen un animal realmente peculiar y diferente al resto de los osos.
Sus patas delanteras son fuertes y aptas para escalar y más largas y musculosas que las traseras. Además, presentan seis dedos, uno de ellos a modo de pulgar. Se cree que éste último ha podido aparecer como evolución de su especie y no que existiera de forma originaria. Sus ojos son pequeños, y mientras las pupilas de los demás osos son redondas, las del panda son como las de los gatos, ovaladas y verticales, por esa razón en China se les conoce como oso-gato.

A pesar de que su dieta se compone en un 99% de las diferentes especies de bambú, el oso panda es originariamente un animal carnívoro, por lo que necesita comer huevos y diversos insectos y pequeños animales para obtener las proteínas que su cuerpo necesita. La preferencia por el bambú a pesar de sus necesidades básicas se debe a que tuvieron que adaptarse a los reductos montañosos donde únicamente se les puede encontrar, bien provistos de bambú. Además, vivir en esas condiciones, climatológicamente más suaves que las que sufren otras especies de oso, han provocado que pierda el hábito de la hibernación.
En la época de apareamiento (normalmente primavera) los machos se pelean para poder copular con una hembra fértil.
Las hembras de oso panda suelen parir entre una y dos crías. En el caso de suceder lo segundo, si ve que no puede criar a las dos, elegirá a una de ellas y la otra será abandonada y morirá. Esta selección la realiza considerando cuál de las dos tiene más posibilidades de sobrevivir, es decir, cuál es la más fuerte.

Cuando nacen, no poseen pelo y tienen un color rosado. Hasta casi el mes no empiezan a parecer osos panda, pues les crecen las orejas y el pelo comienza a pigmentar con la coloración típica de estos animales. Hasta el medio año no se destetan y comienzan a comer brotes de bambú y seguirán con su madre hasta los dos años. El macho no participa en la crianza de los cachorros, únicamente su madre se encargará de enseñarle y alimentarle.


Espero que os haya gustado. Saludos.