Esta especie de pingüino vive en la Antártida principalmente, aunque algunos llegan hasta América del Sur (Argentina y Chile), hasta Nueva Zelanda y otras islas oceánicas de los mares del Sur.
Los adultos pueden llegar a medir 1,20m y pesar entre 35-40 kg. Pueden estar entre ocho y diez minutos bajo el agua, llegando incluso hasta los doce. Alrededor de la cabeza tienen unas plumas anaranjadas, que son las que les diferencian a simple vista del resto de pingüinos.
Quizás una de las peculiaridades mayores que presentan estos animales es en la reproducción.
Cuando comienza el invierno, el pingüino macho camina hasta el lugar donde se encuentra la hembra, en las colonias que crean para tal fin. Allí la hembra pone el huevo y se marcha al mar, que suele estar a varios kilómetros de distancia, mientras que el macho se coloca sobre el huevo para incubarlo, en un periodo de tiempo que dura aproximadamente entre los 62 y los 64 días. Durante ese tiempo, el pingüino macho ni se mueve, ni come, soportando temperaturas por debajo de los -40ºC y manteniéndose él a 38ºC para proporcionar al huevo el calor necesario. Se quedan todos los machos, muy cerca unos de otros, cada uno con su correspondiente huevo, protegiéndolo en un acto heróico en el que suelen perder hasta un 40% de su peso.
Quizás una de las peculiaridades mayores que presentan estos animales es en la reproducción.
Cuando comienza el invierno, el pingüino macho camina hasta el lugar donde se encuentra la hembra, en las colonias que crean para tal fin. Allí la hembra pone el huevo y se marcha al mar, que suele estar a varios kilómetros de distancia, mientras que el macho se coloca sobre el huevo para incubarlo, en un periodo de tiempo que dura aproximadamente entre los 62 y los 64 días. Durante ese tiempo, el pingüino macho ni se mueve, ni come, soportando temperaturas por debajo de los -40ºC y manteniéndose él a 38ºC para proporcionar al huevo el calor necesario. Se quedan todos los machos, muy cerca unos de otros, cada uno con su correspondiente huevo, protegiéndolo en un acto heróico en el que suelen perder hasta un 40% de su peso.
Una vez el pingüino ha salido de su cascarón, la hembra regresa, con el estómago lleno de comida para alimentar a la cría, y releva al macho que, exhausto, regresa al mar para recuperarse. Una vez lo ha hecho, regresa y empieza a turnarse con la hembra en el cuidado y alimentación del recién nacido.